Pastoral de la Salud
Formado por un grupo de personas sacerdotes, religiosas y laicos. Acompañan a los enfermos en sus diversas necesidades, entre ellas la principal, garantizarles el servicio sacramental. Varias son las celebraciones al año en el cual la Pastoral de la Salud, goza de importancia, entre ellas la Jornada Mundial del Enfermo, en el día de la fiesta de la Virgen de Lourdes, la Pascua del Enfermo, que corresponde al VI Domingo de Pascua, y la Procesión del «Combregar d’Impedits», donde el Señor sale a la calle en procesión para ser recibido y cumplir con el deber pascual por parte de los impedidos y enfermos que no pueden salir de sus casas.
Para recibir la Unción de Enfermos ¿Hay que estar a punto de morirse?
No. La Unción de los enfermos es el sacramento por el que la Iglesia confiere una gracia especial a los enfermos para vivir con Dios todas las dificultades inherentes a la enfermedad y a la vejez. No es un sacramento para moribundos, este es el viático y la confesión con indulgencia plenaria, el sacramento de la Unción es un sacramento para enfermos y ancianos.
Es una pena que personas que normalmente han celebrado la Eucaristía y se confiesan con cierta asiduidad, por miedo a que piense que ?está muy grave? la familia no llame a un sacerdote. Recordad que estas personas están muy acostumbrados a ver a los sacerdotes y conversar con ellos y necesitan más que nunca la ayuda de la gracia sacramental.
¿Cómo se puede pedir? ¿Quién puede administrarlo?
Se puede pedir a cualquier sacerdote en cualquier momento. Es muy importante para los sacerdotes poder estar cerca de los feligreses, especialmente en los momentos más difíciles de la enfermedad o la vejez.
La Unción de los enfermos, que fue instituida por Cristo nuestro Señor como un sacramento del Nuevo Testamento, verdadero y propiamente dicho, insinuado por Marcos (cf Mc 6,13), recomendado a los fieles y promulgado por Santiago, apóstol del Señor ( St 5, 14-15)
Lo puede instituir solo los sacerdotes.
¿Cómo se administra este sacramento?
El sacerdote impone las manos al enfermo y ora sobre él, después, ungiendo al enfermo con el óleo santo dice estas palabras: «Por esta Santa Unción y por su bondadosa misericordia, te ayude el señor con la gracia del Espíritu Santo para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad.»