Capillas
- San José
- Sagrado Corazón
- Inmaculada Concepción
- Ntra. Sra. de los Dolores
- Cristo del Amparo
- Oración de Jesús en el Huerto
- Jesús atado a la Columna
- Ntra. Sra. del Rosario
- Ntra. Sra. de los Desamparados
- San Francisco de Borja
- Altar de San Antonio de Padua
- Santa Teresa de Jesús
- Baptisterio
- Ntra. Sra. del Carmen
- Santísima Trinidad
- Santos Abdón y Senén
Jaculatoria.
-¡Oh glorioso San José!
Haced que sea constante en el bien;
corregid mis faltas y alcanzadme el perdón de mis pecados.
Capilla de San José
Preside la capilla un retablo neogótico, de sencilla estructura y discreta línea ornamental, con la imagen del titular, de poderosa factura, en el centro y la representación historiada de la vida de San José en guardapolvos. La imagen fue ejecutada en 1953 por Miguen Angel Casañ, y las escenas laterales, pinturas al óleo sobre tabla, datan de 1960 y 1961, llevando la firma de Remigio Soler Tomás. Representan los siete gozos/dolores de san José: Presentación de Jesús en el templo, Profecía de Simeón, Nacimiento de Jesús; huida a Egipto, Jesús en Nazaret y Jesús entre los Doctores. La parte de abajo recoge en encuadre único, dos episodios paralelos en la vida del Santo Patriarca: Los sueños de san José, con la presencia del ángel que mencionan los Evangelios, y María en oración.
ORACIÓN A SAN JOSÉ
Protege, Glorioso San José esta ciudad nuestra.
Ilumina a los responsables del bien común,
para que ellos sepan -como tú- cuidar a las personas
a quienes se les confía su responsabilidad.
Da la inteligencia de la ciencia a quienes buscan
los medios adecuados para la salud
y el bienestar físico de los hermanos.
Bendice, San José, la Iglesia: a partir de sus ministros,
conviértela en un signo e instrumento de tu luz y tu bondad.
Acompaña, San José, a las familias: con tu silencio de oración,
construye armonía entre padres e hijos,
especialmente en los más pequeños.
Preserva a los ancianos de la soledad:
asegura que ninguno sea dejado en la desesperación
por el abandono y el desánimo.
Consuela a los más frágiles, alienta a los que flaquean,
intercede por los pobres.
Con la Virgen Madre, suplica al Señor
que libere al mundo de cualquier forma de mal.
Amén.
(Papa Francisco, 19 de marzo de 2020)
Capilla del Sagrado Corazón de Jesús (Capilla de la Comunión)
Esta capilla está dedicada al Sagrado Corazón de Jesús desde 1909, aunque la devoción al Sagrado Corazón de Jesús es ya muy antigua en la ciudad de Gandía, pues hay información de su devoción desde el 15 de abril de 1748.
Repite esto tres veces mirando el Sagrario: «Sagrado Corazón de Jesús: En vos confío.»
El retablo actual es obra de Francisco García Martínez, fue construido en 1959, y vino a sustituir el anterior a 1936 obra de Francisco Canet. La imagen, obra de Octavio Vicent, data de 1948. La mesa del altar es obra de Ramón Roca Pascual. Representados sobre el mármol blanco están los siguientes temas: el Nacimiento de Cristo, la Última Cena, el Descendimiento, y la Transfiguración. Actualmente hace la función de Capilla de la Comunión, esperando poder algún día recuperar la antigua, cuya entrada estaba en la capilla frontal a la Pta. de Sta. María.
Capilla de la Inmaculada Concepción
Es un retablo neogótico realizado por Manuel Navarro en 1947. Ocupa la calle central del retablo la imagen de María Inmaculada, y los laterales, cuatro episodios de su vida. La predela representa cinco mujeres-símbolo del Antiguo Testamento: Raquel, Rebeca, Judit, Ester y Sara. La imagen situada sobre el Altar corresponde a la Asunción de Ntra. Sra., propiedad de la familia Simó Martí desde el siglo XIX y que la donó a la Insigne Colegiata.
Rezar tres Avemarías.
Capilla Ntra. Sra. de los Dolores
Durante el asedio que padeció la Colegiata en 1936 todas las capillas fueron arrasadas y destruidas, por tanto todo lo que nos queda es posterior a la Guerra Civil. Sin embargo, existen algunas capillas que merecen la pena un comentario u exposición, como es esta capilla de Nuestra Señora de los Dolores.
El retablo de estilo neogótico, fue construido en 1963 y dorado por Remigio Soler. La actual imagen de la Dolorosa «imagen de vestir» se remonta a 1943 y se debe al prestigioso escultor Jose María Ponsoda, el cual hizo una copia de la anterior a 1936, poniéndole en la mano la corona de espinas y un manto, originales de la anterior imagen. En 1961 José Segrelles oriundo de Albaida (Valencia) pintó el retablo: siete tablas al óleo, correspondientes a los siete dolores de la Virgen.
Capilla del Cristo del Amparo
La capilla ostenta por retablo, un maderamen desnudo con el Cristo del Amparo, obra de Antonio Sanjuán Villalba, y ejecutada en 1948. El retablo es una pieza elegante de bella factura, con una talla de gran calidad, delicada y grácil, pese a su gran tamaño y monumentalidad. Su diseño se corresponde perfectamente con los otros retablos de inspiración gótica que también adornan el resto de capillas de la Colegiata. Todo el coste del trabajo de carpintería y talla fue sufragado por Francisco Pérez Gomar, muy conocido en Gandia por ser el dueño de la empresa Carrocerías el Blanquillo.
Tallado en madera de conífera, por motivos seguramente económicos, el retablo quedó inconcluso al no realizarse el dorado y policromado. Permaneció así durante 65 años, sufriendo en este tiempo diversos deterioros así como el ataque de insectos. Aunque incluso algunas corrientes históricas han asegurado que se trata de un retablo anterior a 1936, pero, sin embargo, la quema y destrucción de la Colegiata el 2 de agosto de 1936, hace imposible creer en su salvación y conservación.
Dentro del conjunto, la pieza más llamativa es la hermosa escultura del Cristo del Amparo que ocupa el cuerpo central del retablo. Esta talla fue realizada en 1948 por Antonio Sanjuán Villalba, escultor castellonense que es autor de muchas piezas de la Semana Santa gandiense, y su estilo está marcado por un barroquismo elegante y sobrio de raíz castellana. El Cristo tiene, además, la particularidad de contar con ojos de cristal, que le confieren a su mirada una singular expresividad.
En el año 2013, por iniciativa del abad Saneugenio y gracias a una subvención de la Diputación de Valencia, se encargó a la empresa Gaia la tarea de dorado del retablo. Dada la gran calidad de la obra, se empleó material de primerísima calidad (oro de ley de 24 quilates) y con la técnica tradicional del dorado al agua, más costosa de trabajar, pero que ofrece resultados de mayor perfección.
Dado el elevado coste de esa solución, el trabajo se realizó en dos fases. La primera fue la que se ejecutó en 2013 y en ella se doraron los remates, pináculos y crestería de la parte superior, así como aproximadamente la mitad del cuerpo central del retablo.
Desde abril de este año hasta comienzos de septiembre se ha realizado la segunda fase del dorado, que ha afectado al cuerpo central, la cruz y la predela y el banco, así como el policromado y marmoleado. El coste total ha sido de 25.250 euros, que han sido sufragados íntegramente por la parroquia. «El retablo se ha convertido en la pieza más atractiva de la Colegiata», señalan desde la la institución eclesial, y añaden que la imagen del Cristo, «que pasaba casi desapercibida, ha cobrado una relevancia y un atractivo notables, siendo la auténtica gema que corona esta magnífica obra».
La restauración del retablo del Santísimo Cristo del Amparo fue bendecido en la Eucaristía de las 19,30 horas del sábado 29 de septiembre por parte del abad, Ángel Saneugenio, acto al que acudieron numerosos fieles de la comunidad parroquial y de la ciudad.
Capilla de la Oración de Jesús en el Huerto
La imagen del Cristo es una «imagen de vestir», donde se representa a Jesucristo en la Oración del Huerto (Principio del Misterio de la Pasión). Fue esculpida en la escuela de Salzillo en el año 1783. El Ángel es más reciente, y fue esculpido por Antonio Sanjuán Villalba en 1952.
Capilla de Jesús atado a la columna
Es una talla de madera de pino de Suecia y mide 360 cm. contando la piedra.
Lo que se ha tratado representar con esta escultura del Cristo de la Columna, no es a éste, destrozado bajo los golpes despiadados de los verdugos, desangrado, a punto de caer derrotado. Esta imagen representa un concepto completamente opuesto a un Jesucristo sometido.
Se ha creado un monumento a la columna como eje sólido e inamovible, sustento de la fe católica. Una línea perfectamente vertical que parte desde su base de piedra y que se eleva hacia lo alto, en consonancia al entorno arquitectónico del estilo gótico en el que se encuentra. La espalda en tensión o los dedos crispados, dejan traslucir, no tanto el sufrimiento por el castigo, sino la resistencia ejercida para mantenernos alejados del pecado. Existen tres elementos que conforman el monumento escultórico.
La columna, de piedra caliza, que es la representación de lo terrenal, del hombre. La imagen de Jesús, tallada en madera, que simboliza lo divino. Y la cuerda, que atada a una argolla de la columna, asciende hasta enlazar sus muñecas. Ésta es el nexo entre la tierra y el cielo. Es el cordón umbilical que une a toda la humanidad con su Padre.
Fue esculpida por el escultor gandiense Ricardo Rico en el año 2004, y bendecida en este mismo año por el entonces consiliario de la misma, M.I. Sr. D. Fernando Tur, canónigo de esta Colegiata. Es la única pieza de arte contemporáneo que se conserva en la Colegiata, fue sufragada por la camarera de la Hermandad de la Flagelación doña Consuelo Martínez Escolano, siento Hermano Mayor, Antonio Estruch.
Actualmente este altar es cuidado y atendido por la Hermandad de la Flagelación.
Capilla Ntra. Sra. del Rosario
El retablo tiene una estructura neogótica, y es obra de Carmelo Vicent Suria. La pintura «óleo sobre tabla» se debe a Francisco Hurtado Soto; data de 1960 y escenifica los misterios gloriosos del Santo Rosario: En el centro-arriba Pentecostés, siguiendo por la izquierda hacia abajo, la Ascensión y la Resurrección, y por la derecha hacia arriba, la Asunción y la Coronación. Las dos imágenes de abajo son santo Domingo (fundador del Rosario) y Sta. Clara. En el espacio central, una pequeña imagen de san Pedro, primer titular de dicha capilla.
Como curiosidad es bueno que sepas que en la Insigne Colegiata todos los días a las 19h se reza el Santo Rosario. Si puedes participa.
Capilla Ntra. Sra. de los Desamparados
Patrona de Gandía.
El retablo-camarín de estilo neogótico, construido por el escultor Ramón Granell, fue solemnemente bendecido en 1983. Ostenta en el centro la imagen de la titular, tallada en 1940. Hace unos años estaba expuesta la imagen de Ntra. Sra. de los Desamparados del propio Granell, pero esta pieza se ha querido reservar para la fiesta de la Virgen, y sólo se venera en la Novena y procesión del 2º domingo de mayo, día en que se celebra su fiesta.
El 9 de noviembre de 2018 el abad de la colegiata de Gandia, Ángel Saneugenio, bendijo durante la Eucaristía de las 19.30 horas, el manto restaurado que cubre la imagen de la Mare de Déu dels Desemparats, patrona de los valencianos y de la ciudad ducal.
La restauración de ese tejido, mayoritariamente blanco y con bordados dorados, ha sido impulsado por la Asociación de la Virgen de los Desamparados de Gandia. El mantel que se ha restaurado perteneció a la imagen de la Mare de Déu d’Agost que fue destruida en tiempos de la guerra civil.
Aquella talla, de una Virgen dormida, se usaba en los actos del 15 de agosto, festividad de la Asunción, advocación a la que está consagrada la Colegiata. Por su belleza la Asociación de la Virgen de los Desamparados contactó con el restaurador de València Jaime Suay, quien ha realizado esta labor con el viejo mantel y, a tenor del trabajo realizado ha resultado un manto de auténtica belleza y prestancia. El trabajo fue financiado con los donativos de los miembros de la Asociación y de los fieles de la Colegiata y de Gandia que quisieron colaborar.
Completan el altar los dos san Vicente: A la izquierda tenemos a san Vicente Mártir, patrón de la Archidiócesis de Valencia, fue restaurado gracias a la Fundación de la C.V. para la Restauración de la Colegiata. A la derecha está la imagen de san Vicente Ferrer, patrón de la Comunidad Valenciana, una imagen donada por la Baronesa viuda de Alacuás, Dª Amparo Corell y que fue bendecida y entronizada por el Abad Ángel Saneugenio, el 7 de abril de 2024.
AMPAREU-NOS NIT I DIA I EN TOTES LES NECESITATS PUIX QUE SOU VERGE MARÍA, MARE DELS DESAMPARATS.
Capilla de San Francisco de Borja
Patrón de Gandía.
Es una capilla desnuda, pero que desde hace unos meses, se cubrió la imagen con los tapices que ahora la decoran, para darle mayor prestancia y esplendor.
La imagen que observamos es la de san Francisco de Borja eucarístico, ya que por ejemplo, en la Plaza Mayor tenemos representado a san Francisco de Borja Duque, o si hemos visitado el palacio, podemos ver también, el san Francisco de Borja jesuita, es decir, vestido con una sotana negra. Es quizá esta imagen ? la de san Francisco de Borja eucarístico ? la que representa más profundamente el sentido de lo que fue su vida, pues a san Francisco de Borja no se le puede entender en ningún momento de su vida sin la presencia y la adoración eucarística. Fue la Eucaristía, fuente inagotable de Santidad, la que dio sentido a todo su actuar y vivir, tanto en el gobierno civil como en el religioso, ya que no podemos encontrar dos san franciscos, como si uno fuese antes de ser sacerdote y otro después, es el mismo en constante evolución hacia la santidad.
La escultura corresponde al magnífico escultor Antonio Sanjuan Villalba, y toda la obra está hecha con plata corlada.
La fiesta litúrgica de san Francisco de Borja se celebra 3 de octubre, enmarcada dentro de las fiestas patronales de la ciudad. Aunque desde hace unos años se ha pasado al lunes más cercano.
Capilla del Altar de San Antonio de Padua
Sin otra motivación más que la piedad religiosa aparece presidida esta capilla por la imagen de san Antonio de Padua. Situada sobre un retablo de única calle de retablo neogótico, recuperado y arreglado por decisión del Abad Ángel Saneugenio, con el fin de fomentar la devoción a san Antonio, pero al mismo tiempo, ayudar a recolectar diversos donativos para la caridad de la Seo gandiense, lo que se conoce como el «el Pan de los Pobres».
Fernando de Bulloes y Taveira de Azevedo nació en Lisboa, Portugal, en 1195; a los 15 años ingresó a los Canónigos Regulares de San Agustín, pero diez años después ingresó a los Frailes Menores Franciscanos donde a los 25 años adoptó el nombre de Antonio.
Tenía voz clara y fuerte, memoria prodigiosa y un profundo conocimiento, el espíritu de profecía y un extraordinario don de milagros. Su fama de obrar actos prodigiosos nunca ha disminuido y aún en la actualidad es reconocido como el más grande taumaturgo de todos los tiempos.
El Papa Gregorio IX lo canonizó menos de un año después de su muerte en Pentecostés el 30 de Mayo de 1232.
Mirando la imagen puedes hacer esta oración a san Antonio:
«Ampárame en esta hora,
¡oh San Antonio amado!
Bajo tu acción bienhechora,
halla alivio el desgraciado.
El enfermo y el desvalido
y el que en la cárcel se ve
son por ti favorecidos
cuando te invocan con fe.
Yo, con toda confianza,
te invoco en esta ocasión,
y vivo con la esperanza
de obtener tu protección.»
Capilla de Santa Teresa de Jesús
En el año 2011 coincidiendo con el centenario de la re-instalación de la Parroquia Asunción de Nuestra Señora como Colegiata (1911-2011), el Abad Ángel Saneugenio impulsó la restauración de la imagen de santa Teresa de Jesús, depositada hasta entonces en los locales parroquiales por falta de ubicación en el templo, y su entronización en una capilla lateral, en este caso la primera a la izquierda entrando por el fondo del templo. La restauración de la imagen fue sufragada por la feligresía en su totalidad, siendo llevada a cabo por la empresa «Contraforte-restauro», así como la peana y el retablo, que ornamentan la imagen, fueron recuperados por el artista gandiense Gustavo.
De esta manera, la Seo gandiense dedicaba un altar a la Santa de Ávila que tanta amistad tenía con el santo duque y patrono de la ciudad, san Francisco de Borja.
Capilla del Baptisterio
Entrando por la Puerta de los Apóstoles a mano derecha encontramos la Pila Bautismal. Dicha capilla, con todo su simbolismo litúrgico está dedicada al Sacramento Bautismal. Preside en el centro de la misma, la Pila, esculpida en piedra y posterior a la Guerra Civil. En el centro le acompaña un cuadro de san Francisco de Borja, patrono de la ciudad, vestido como Duque de Gandía. Ello indica que este fue el lugar donde san Francisco de Borja fue bautizado, y la Pila en la que recibió las aguas bautismales se encuentra fotografiada a la izquierda de la capilla. Esta Pila fue destruida en el asedio a la Seo por parte de la II República el 2 de agosto de 1936.
Desde hace unos años la feligresía sufragó la restauración de la imagen de la Presentación de Nuestra Señora por impulso del Abad Ángel Saneugenio. Esta imagen fue colocada en dicho lugar, de manera que san Joaquín y santa Ana, intercedan por los nuevos niños que son bautizados, y como María, también son presentados al Señor.
Aprovecha este momento delante de la Pila Bautismal, y renueva tu fe rezando un Credo.
Capilla de Nuestra Señora del Carmen
Retablo neogótico, ejecutado en 1959, a expensas de Dª Amparo Ferrer. La calle central ostenta una imagen de la Virgen del Carmen, con el niño en brazos; las calles laterales y la predela representan escenas de ángeles liberando alas de fieles difuntos de las llamas del purgatorio.
En el centro sobre el altar tenemos una urna contiene la imagen de santa Rita de Cascia, donación de la familia Dª Amparo y Dª Josefina David, de Manises, al Abad Ángel Saneugenio.
A la izquierda se conserva una pequeña imagen del Ángel Custodio, y a la derecha una urna con un busto de Santa Gema.
Altar de la Santísima Trinidad
Ofrece una estructura neogótica. Construido en 1948 y dorado por Ramón Porta en 1961. En la calle central se escenifica la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
¿Qué es la Santísima Trinidad?
La Santísima Trinidad es el misterio de un sólo Dios en tres personas. El hombre debe inclinarse con respeto ante ese misterio sublime y creerlo sin procurar profundizarlo, porque se halla por encima de la luz de su razón.
La Santísima Trinidad es el misterio fundamental de nuestra religión. En su nombre hemos sido bautizados. La señal de la cruz nos la recuerda, y el sacerdote, en el altar, la invoca para terminar todas sus oraciones. En su nombre somos absueltos en el tribunal de la penitencia, y en su nombre, se renueva todos los días, en nuestros altares, el sacrificio del Calvario.
La Santísima Trinidad es, además, prenda de nuestra felicidad eterna: Dios mismo será nuestra recompensa si hemos guardado su ley.
Santo, Santo, Santo, es el Señor, Dios de los ejércitos. Llenos están los cielos y la tierra de su gloria.
Os adoro, Dios tres veces santo, Padre, que nos habéis creado, Hijo que nos habéis, redimido con vuestra sanare, Espíritu Santo, que nos santificáis con las gracias que nos concedéis todos los días. Haced que guarde en mi alma vuestra semejanza o imagen, a fin de que, un día, me reconozcáis y reine con vos en la eternidad.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Así sea.
(Texto de una estampa religiosa de finales del siglo XIX. Archivo de la Seo Colegiata)
Altar de los santos Abdón y Senén
El altar consiste en un retablo neogótico, sufragado por la Hermandad de Agricultores de Gandía, pues son sus patronos y bendecido el día 1 de octubre de 1961. Las imágenes de los santo Abdón y Senén, ocupan el espacio central, y fueron sufragados por los padrinos de la bendición los Marqueses de González de Quirós. Estos santos, de origen principesco, son denominados por el pueblo como Sants de la Pedra.
Mirando la imagen te proponemos rezar esta oración:
«Omnipotente Dios, que bendijiste la tierra para que fructificara y produjera todo lo necesario para la vida del hombre, y nos ordenaste que trabajemos pacíficamente para comer nuestro propio pan; Bendice las labores del trabajador, y concédenos tiempos tan favorables que podamos recoger los frutos de la tierra, y nos regocijemos siempre en tu bondad, para gloria de tu Santo Nombre; te lo pedimos por intercesión de san Abdón y san Senén en el nombre de Jesucristo nuestro Señor. Amén.»